Una imagen de impacto para todos los padres

Después de 25 años de actividad profesional continuamos viendo la cara de impacto y sorpresa de los padres cuando ven una primera radiografía de la boca de sus hijos. ¿Pero cuántos dientes hay en la boca? Suele ser lo primero que preguntan. Y es que en la boca de un niño podemos llegar a ver una auténtica  multitud, entre los dientes de leche que ya tienen y los definitivos que se están formando y esperan a salir, en el sitio que ocupan los primeros. Pero no siempre ocurre esto, a veces unos se resisten a salir, otros no acaban de caer y algunos se cruzan en el camino que no les corresponde. El diagnóstico es más habitual de lo que se piensa: dientes impactados y transpuestos, que es de lo que vamos a hablar en este artículo. Los dientes impactados son los que están todavía dentro del hueso y han perdido el camino natural de salida dentro de la boca. Pueden estar cruzados en su posición o incluso hacia el centro del paladar, así pueden salir en otras partes de la boca menos en la que les corresponde. Los estudios e investigaciones de ortodoncia no han encontrado aún una explicación única (existen múltiples factores) ni un por qué a que, en determinado momento del crecimiento dental, los gérmenes de los dientes se muevan. Ante esta evidencia lo único que podemos hacer es revisiones periódicas en las que con una simple radiografía podemos ver y controlar qué está pasando dentro de la encía.

El primer control en niños se recomienda a los 6 años, a esa edad podemos ver los dientes de leche y también todos los que van a salir o que se están ya formando. Con esta información podemos vislumbrar los problemas que va a presentar ese paciente en un futuro. Es lo que ocurrió en el caso de Melisa que llegó a la consulta con seis años. No le habían salido los dientes definitivos correspondientes a esa edad, que son los centrales, los laterales inferiores y la muela de los 6 años. A la primera radiografía vimos el problema. En su boca estaban los 16 dientes de leche, ya había perdido los incisivos temporales inferiores, 10 arriba y 6 abajo. Y creciendo en sus encías para sustituirlos estaban ya los definitivos que suelen ser 32 dientes (8 incisivos, 4 caninos, 8 premolares y 12 molares que incluyen las 4 muelas del juicio que no siempre acaban saliendo en la mayoría de casos por falta de espacio).

Con esta primera imagen ya veíamos la dificultad que tendrían los laterales superiores para salir debido a la falta de espacio y deducimos que en un futuro podría tener problemas de dientes impactados en los  caninos. Además  lo que sí era ya una certeza era que había una clara transposición de dientes. La raíz de uno de los premolares definitivos se había cruzado en el camino del canino. Esto estaba ocurriendo porque Melisa tenía un problema transversal de falta de espacio en su la boca. Así que el primer paso fue ensanchar su boca, demasiado pequeña, con uno aparato ortopédico, un disyuntor superior y un Lip Bumper inferior, cogido a los molares temporales. Así conseguimos crear más espacio donde no lo había. Pasó el tiempo, le hicimos un nuevo control con una radiografía y este era el nuevo estado de su boca.

En esta segunda radiografía ya sumamos al diagnóstico de trasposición el de dientes impactados. Los caninos, tanto los superiores como los inferiores, estaban cruzados y no se habían enderezado para salir, además la raíz del premolar estaba cruzada por delante del canino. Decidimos actuar de inmediato con unas extracciones seriadas de dientes de leche, que realizó el cirujano Alfonso Borja,  para ser nosotros y no el caos en su boca, los que dirigiéramos la erupción de los dientes permanentes. Al quitarle los caninos temporales y primeros molares temporales ayudamos a salir a los definitivos. En este caso salió un canino y los otros 3 tuvimos que fenestrarlos porque se resistían. Fenestrar un diente  significa que hacemos una ventana, un pequeño agujero, en la encía, colocamos un botón en el diente, éste lleva una cadenita con la que empezamos a tirar de él poco a poco enseñándole en camino correcto que debe seguir y que le hemos creado con la extracción previa del diente de leche al que tiene que sustituir. En el siguiente vídeo podrá ver y entender en 30 segundos lo que es fenestrar un diente.

También se impactaron los primeros molares inferiores, los fenestramos y salieron. Pusimos un primer aparato de ortodoncia y fuimos tirando de los caninos inferiores y superiores para que se colocaran bien en la boca. Cuando salieron esperamos para controlar como avanzaba su boca. Como además tenía las transposiciones le hicimos unas extracciones para que el premolar y los primeros molares permanentes inferiores salieran. Melisa continuó su vida normal y sus controles en nuestra Clínica de Ortodoncia. Hasta una nueva radiografía en el que su crecimiento dental nos delató una nueva sorpresa y un nuevo reto.

Las muelas que suelen salir a los 12 años en el caso de Melisa aún no habían salido cuando ella ya había cumplido los 14. Nos dimos cuenta que los dientes inferiores también tardaban en salir y descubrimos que lo que estaba pasando era que el germen de la muela del juicio se había puesto encima de la muela de los 12 años y no la dejaba salir con normalidad. Le quitamos las muelas del juicio y con un simple arco (un 012 de Sentalloy, el más flojo y superelástico de la ortodoncia), tiempo y paciencia logramos enderezar sus muelas. Mientras enderezábamos los molares, le pusimos una ortodoncia convencional que duró 2 años hasta conseguir una sonrisa perfecta con todos sus dientes bien posicionados.

Melisa ha sido paciente nuestra desde los 8 a los 19 años, en los que no ha llevado más de 3 años de brackets, y en los que gracias a las revisiones hemos podido realizar un diagnóstico precoz que ha evitado que perdiera piezas dentales.  Si no hubiera sido así Melisa hubiera perdido más de uno de sus dientes definitivos ya que al tener los caninos por encima de los laterales unos se hubieran comido la raíz de los otros y hubiera sido imposible evitar que los perdiera. Por suerte pudimos actuar a tiempo y contar con la confianza de los padres de Melisa que aunque asustados por las complicaciones que presentó el crecimiento dental de su hija entendieron que es un problema habitual en una clínica de Ortodoncia, que hemos tratado cientos de veces, en nuestros 25 años de experiencia en el campo de la ortodoncia en Gandia.

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